Alba y Juanjo poseen la mirada de la alegría y del amor. La realidad está poniéndoselo más difícil de lo habitual pero si de algo estoy seguro y tengo certeza es que el cariño y admiración que se profesan es puro, autentico, y les va a llevar a dónde se propongan. Merecen felicidad porque entregan felicidad. La mañana de su boda, en un Valladolid soleado y hermoso fuimos testigos de esto.